Erase una vez un ogro llamado Napete. Era bueno, feo, echa agua por la boca y vive en el bosque. Un día fue a la ciudad a comprar unas manzanas. Todo el mundo se asustaba de él por que creían que les iba a hacer algo. Cuando fue a comprar las manzanas él las cogió. Las quería pagar pero la frutera no se levantaba para cobrarlas. Entonces dijo Napete.
- Soy bueno, no os haré daño.
Entonces la gente levantó y el les pidió a todo el mundo perdón. Y por eso, de ser tan cariñoso le hicieron una estatua. El estaba tan feliz que se fue a vivir a la ciudad. Todos estaban muy contentos con él de ser tan cariñoso.
Por fin me sale el cuento en el blog
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